Sombras cosidas al rojo, sombras de aquellos succionados.
Aún oye sus gritos, ¡miles! Violándole en su roja oscuridad.
Sigue retorciéndose,
bajo su mirada,
junto a los cuerpos… desangrados…
disfrutándose.
“Me contempla desnuda, provocadora; soy todo lo que puede ver, un eclipse infernal de venganza libertina”.
- Cuando huelas el almizcle, creerás sus amenazas…
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